La sostenibilidad es cada vez más relevante para el sector empresarial; reconocer el impacto y responsabilidad que tienen los actores de una empresa en esta materia es fundamental para seguir sumando al bienestar ambiental, social y económico.
En este tenor, el 5 de febrero, el Colegio presentó un curso titulado La participación del contralor en la sostenibilidad de las empresas, bajo la coordinación de Jaime Montiel Uribe, integrante de la comisión T. SE Contraloría Financiera. En él, Eduardo Pérez Pérez y Victor Felipe Lozano Avilez, integrantes de la misma comisión, expusieron el papel del contralor en la sostenibilidad empresarial a través de su labor en el control financiero y el control interno.
En un primer momento, Eduardo Pérez definió el concepto de desarrollo sostenible y sostenibilidad como la satisfacción de las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para hacer lo mismo. En México, este fue el concepto adoptado por el Consejo Mexicano de Normas de Información Financiera y de Sostenibilidad (CINIF). Además, la sostenibilidad comprende tres pilares fundamentales:
Respecto al papel del contralor en este paradigma dentro de las empresas, Eduardo comentó que es “una figura estratégica en el cumplimiento de las regulaciones de sostenibilidad, pero no puede actuar de manera individual”, por ello es importante tejer una red dentro de la empresa que permita un cumplimiento apropiado de las normativas de sostenibilidad.
Aunque adoptar criterios de sostenibilidad pudiera parecer un riesgo para la empresa, al implicar la modificación operativa y de normatividad interna, es importante comparar con los riesgos de no-adopción que pueden ir desde dañar la reputación de la empresa hasta resultar perjudicada legalmente. Aunado a ello, la sostenibilidad brinda oportunidades empresariales, como el acceso a nuevos mercados o la atracción de talento.
Además, los expositores señalaron que los objetivos de sostenibilidad están alineados a factores indisociables del sector empresarial, “la búsqueda de rentabilidad, la planeación estratégica y el control interno son parte de las empresas” de forma natural, pero también son objetivos de sostenibilidad. En el caso de la planeación estratégica, por ejemplo, esa planeación permanecerá incompleta si no se consideran estos factores de sostenibilidad, ya que su no-adopción compromete la permanencia de la empresa”.
Durante el curso, se exploró la labor del contralor que, en resumen, opera en dos fases: una fase inicial y una fase de seguimiento. Ambas fases fueron detalladas mediante ejemplos prácticos durante la exposición.
Para la primera fase el contralor se encarga de un proceso lineal:
Para la segunda fase, la labor del contralor se enfoca en:
Los expositores señalaron que esta labor, aunque parece monumental, no corre por cuenta única del contralor. El contralor, como se mencionó al inicio, “es un ensamble que navega con las demás partes de una empresa con un objetivo en común”. Como ejemplo de ello, se puede considerar que es responsabilidad del contralor promover el uso de herramientas competentes y eficientes para la presentación de los informes de sostenibilidad; pero su labor es comunicar las necesidades de inversión para esa tarea a los departamentos de la empresa que puedan encargarse de dichas necesidades.
En resumidas cuentas, el trabajo fundamental del contralor en materia de sostenibilidad es ser nexo entre los actores de una empresa para alinearlos con un objetivo común: el desarrollo sostenible.
Eventos recientes
Con el objetivo de acercar las nuevas tecnologías al ejercicio profesional, el pasado 17 de octubre se llevó a cabo el curso Inteligencia artificial en los negocios, a cargo de Luis Rafael Méndez De la Vega, integrante de la comisión de Tecnologías Financieras y Emergentes del Colegio. El evento destacó el potencial transformador de la inteligencia artificial (IA) en el ámbito contable y fiscal, así como su creciente relevancia ante la automatización de procesos.En ese sentido, Méndez De la Vega comentó que el SAT ha incrementado en un 147% su recaudación en los últimos cinco años, gracias a la adopción de algoritmos y herramientas de análisis de datos. Ante lo dicho, consideró que los contadores enfrentan el reto de actualizar sus habilidades para mantenerse a la vanguardia y proteger el patrimonio de sus clientes.Durante el curso, el expositor alternó lo teórico con lo práctico y empleó herramientas como ChatGPT, Gemini y Copilot para comprar sus capacidades en tareas como detección de anomalías contables, generación de flujos de caja y análisis de sistemas de inventario. Para ello mostró cómo cada plataforma presenta ventajas particulares en función del contexto, destacando a ChatGPT por su capacidad de razonamiento y estructura.Además, explicó la diferencia entre inteligencia artificial, aprendizaje automático (machine learning) y aprendizaje profundo (deep learning), así como el papel del modelo Transformer, publicado por Google en 2017, en la evolución del procesamiento del lenguaje natural. Esta tecnología es la base de asistentes virtuales como ChatGPT y DALL-E.Adicional a las aplicaciones ya mencionadas, Rafael presentó agentes de IA personalizados, como Fisco, diseñado para generar informes fiscales automatizados, y Conta, especializado en el procesamiento de pólizas contables. Estas soluciones demuestran cómo la IA puede integrarse en tareas cotidianas de los despachos contables, optimizando tiempos y mejorando la precisión.En el curso también se abordó el uso de herramientas de Business Intelligence (BI) como Power BI y Looker Studio, útiles para transformar datos en información visual y estratégica. Para conocerlos mejor, el ponente realizó ejercicios interactivos para subir, transformar y analizar datos en tiempo real, con fines tanto diagnósticos como predictivos.También se realizó la exploración de plataformas de automatización, como Google Sheets con Gemini para generar fórmulas y tablas dinámicas, así como Microsoft Power Automate para gestionar correos electrónicos y archivos adjuntos. Se presentó también Valarix, una IA especializada en la elaboración automática de papeles de trabajo y consultas fiscales, que promete ahorrar horas de trabajo manual.El evento concluyó con una encuesta interactiva y una sesión de preguntas y respuestas, en la que se enfatizó la importancia de la seguridad de los datos, así como la necesidad de dominar la ingeniería de avisos (prompt engineering) para obtener mejores resultados de las herramientas de IA.
Este 17 de octubre, el Colegio fue sede del foro Ética como eje de gobernanza, control interno y prevención de fraude en las organizaciones, espacio de reflexión en el que especialistas abordaron los vínculos entre la ética profesional, la gobernanza y el control interno como mecanismos para fortalecer la integridad en las organizaciones.Durante la introducción, Ulises Neri Flores, vicepresidente del grupo de expertos en Administración Sostenible de Recursos Naturales y Energía de la ONU, explicó que la gobernanza corporativa se define como el conjunto de estructuras, procesos, normas y relaciones mediante los cuales las organizaciones son dirigidas y supervisadas, esto con el propósito de asegurar la creación sostenible de valor y proteger los intereses de accionistas.Asimismo, subrayó que aplicar buenas prácticas de gobernanza incrementa la transparencia, disminuye los riesgos financieros y no financieros, y mejora el acceso al financiamiento. Destacó que implementar los criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ASG) contribuye a reducir riesgos y potenciar los rendimientos, mientras que ignorarlos puede afectar el cumplimiento normativo, la reputación corporativa y la relación con la comunidad.Por su parte, Elodia González Torreblanca, de la comisión de Desarrollo Profesional Continuo, abordó los factores organizacionales que pueden propiciar el fraude, tales como la ambigüedad en políticas, la cultura de silencio, el liderazgo permisivo y la falta de capacitación en ética. Además, aseguró que “la prevención y la responsabilidad individual son elementos esenciales para evitar estas prácticas”.En su participación, Hugo Israel Jiménez profundizó en el Código de Ética Profesional, resaltando que su función principal es sensibilizar a los contadores para ejercer su profesión con honestidad, legitimidad y moralidad, en beneficio de la sociedad. Explicó que las políticas y procedimientos establecidos por la profesión, la legislación y las entidades reguladoras contribuyen a mejorar la actuación ética del contador y permiten identificar amenazas al cumplimiento de los principios fundamentales.A su vez, Claudia Balderas Conde subrayó la relevancia del control interno como herramienta para mitigar riesgos corporativos y de ética. Explicó que la correcta clasificación de riesgos permite identificar impactos financieros, operativos y reputacionales, como pérdidas de productividad, costos de recuperación o multas legales.Finalmente, Eunice Munguía Sereno compartió datos alarmantes sobre el fraude corporativo, señalando que las pérdidas ocasionadas por dueños o ejecutivos son, en promedio, siete veces mayores que las causadas por empleados, y que los fraudes cometidos por múltiples autores tienen un impacto significativamente superior. Subrayó que la falta de integridad y controles adecuados puede tener consecuencias devastadoras, no solo para las empresas, sino también para sus grupos de interés y el mercado en general.
En el marco de las actividades por los 180 años de excelencia académica de la Escuela Superior de Comercio y Administración (ESCA) Santo Tomás, se llevó a cabo la conferencia Talento ESCA, trayectorias que inspiran, un foro organizado por el Colegio y la universidad con el propósito de acercar a los estudiantes a experiencias reales de éxito profesional en el ámbito de la contaduría pública.El encuentro, realizado el pasado 16 de octubre, reunió a destacados egresados de la ESCA, quienes hoy ocupan posiciones de liderazgo en reconocidas organizaciones; tal fue el caso de Gabriela López Juárez, vicepresidenta global en Grupo Bimbo; Gerardo Cerda Rodríguez, director de Recuperación en SECORSE; y Claudia Yolanda Torres Trejo, directora en EY. En su participación, compartieron con la comunidad estudiantil cómo su formación contable fue determinante para construir una trayectoria sólida.Durante el foro, coordinado por el contador Jorge Alvarado Cordero, los panelistas respondieron a preguntas que invitaron a la reflexión; asimismo, abordaron temas como los recuerdos que definieron su paso por la escuela, el apoyo familiar en sus primeros pasos laborales, las habilidades necesarias para interactuar con directivos y líderes de alto nivel, así como los retos y estrategias para mantener un equilibrio entre la vida personal y el trabajo.A lo largo de la conversación, los panelistas coincidieron en que la disciplina, la ética y, sobre todo, la capacidad de adaptación son valores esenciales que distinguen a los contadores públicos. Destacaron que, en un entorno donde la tecnología y la Inteligencia Artificial (IA) están transformando los procesos financieros y contables, el papel del profesional debe evolucionar hacia un perfil más analítico, estratégico y con habilidades de comunicación efectiva.El público, integrado por catedráticos y estudiantes de distintos semestres, participó con preguntas que evidenciaron su interés por conocer las realidades del ejercicio profesional, resultando en un ambiente de cercanía y motivación, donde los asistentes no solo escucharon historias inspiradoras, sino que también encontraron orientación sobre cómo enfrentar los retos de su futuro laboral.El evento contó también con la presencia de Catalina Mejía Balcázar, vicepresidenta de Desarrollo y Capacitación; Juan Manuel Puebla Domínguez, expresidente del Colegio; y por parte de la ESCA, Elizabeth Hurtado Díaz, jefa del Departamento de Formación Profesional; y Elizabeth Aguilar Hernández, subdirectora Académica Interina.