Tras el impacto ambiental que se vive actualmente, se plantea un nuevo escenario por parte de algunas entidades federativas, que promuevan la creación de impuestos ecológicos que conlleven a la disminución de contaminantes.
Ante este panorama, y presentando temas de oportunidad, la comisión técnica de Contribuciones Locales en el Colegio expuso el 19 de octubre el tema en línea Impuestos ambientales en los Estados, que fue presidido por algunos de sus integrantes, representado por Rodrigo Farías García, Rafael Martínez Albarrán y Ana Victoria Albareda Soberón (coordinadora), quienes abordaron los temas Antecedentes y aspectos generales de los impuestos ambientales en los estados y Descripción de los impuestos ambientales por estado: sujeto, objeto, base y tarifa de cálculo.
Rodrigo Farías García habló de los impuestos ambientales que están en vigor en la República mexicana, cuyas características principales es paliar las externalidades negativas que producen las industrias en general. La finalidad de estos impuestos son privilegiar que la sociedad en general vea remediado el daño ambiental que causa la actividad industrial, y en ese sentido, que los supuestos responsables de la contaminación al ambiente se vean obligados a remediar las acciones que generan en su actividad.
“Los impuestos ecológicos tienen antecedentes en varios países previo a la llegada a México, en el que la doctrina general ha señalado que las bases tributarias deberían irse racionando de manera automática. Lo que buscan estos impuestos meramente extrafiscales es que los contribuyentes que se ubiquen en el hecho imponible del tributo realicen actividades o inversiones tecnológicas que modifiquen su actividad en ese momento para que sea trasladada a una operación limpia. Esta doctrina habla en el sentido de que los elementos del tributo debieran irse erosionando por sí solos”.
Asimismo, agregó que este principio de doctrina no está reflejado en la legislación mexicana, aunque se tiene como antecedente al estado de Zacatecas, que cuenta con un capítulo en impuestos ecológicos en la propia Ley de Hacienda Pública Estatal; no obstante, el primer caso de impuesto ecológico local se dio en Coahuila al regular la extracción de materiales pétreos, siendo el primer antecedente local.
En ese mismo tenor, Rafael Martínez Albarrán basó su participación en los cuatro impuestos ecológicos que están legislados en Zacatecas, pero que son un referente para los 12 estados que se han sumado a este tipo de tributación.
1) Impuesto por la remediación ambiental en la extracción de materiales.
2) Impuesto de la emisión de gases a la atmósfera.
3) Impuesto de la emisión de contaminantes al suelo, subsuelo y agua.
4) Impuesto al depósito o almacenamiento de residuos.
De los estados que han adoptado los impuestos en materia de extracción de materiales figuran Querétaro, Nuevo León, Zacatecas, Quintana Roo, Coahuila, Michoacán, Oaxaca, Baja California y Colima.
Mientras tanto, el gravamen por emisión de gases a la atmósfera se encuentra Yucatán, Estado de México, Querétaro, Nuevo León, Zacatecas y Tamaulipas.
En cuanto a la tributación por emisión de contaminantes al suelo, subsuelo y agua aparece Yucatán, Nuevo León y Zacatecas.
Por último, los estados que gravan impuesto por almacenamiento y la disposición final de residuos de manejo especial y peligroso están Querétaro y Zacatecas.
Ana Victoria Albareda Soberón dijo que los impuestos ecológicos o ambientales han tomado relevancia y exhortó a ambientarse en este tipo de cultura circundante.
Para concluir, los expositores cerraron su participación apelando que es necesario hacer un análisis por estado, sector y empresa para determinar los impuestos gravados, trabajar en conjunto con las áreas de mantenimiento y de normatividad ambiental que permitan cumplir con las obligaciones fiscales y ambientales.
Eventos recientes
Con emoción y orgullo, la comunidad universitaria celebró el reconocimiento a Maximiliano Molina Ledesma, estudiante del Tecnológico de Monterrey, Campus Ciudad de México, quien fue distinguido como Alumno Destacado 2025 durante el 10° Congreso Universitario de Contadores Públicos, organizado por el Colegio.La ceremonia se llevó a cabo el 29 de octubre en las instalaciones de la Escuela Superior de Comercio y Administración (ESCA), Unidad Santo Tomás, del Instituto Politécnico Nacional (IPN), donde docentes, autoridades y compañeros se reunieron para aplaudir el esfuerzo, la dedicación y el compromiso que Maximiliano ha demostrado a lo largo de su trayectoria académica. El galardón fue entregado por Adolfo Ramírez Fernández del Castillo, presidente del Colegio, quien reconoció en el joven estudiante un ejemplo de constancia y pasión por la contaduría pública.“Este reconocimiento no solo celebra el desempeño académico, sino también el compromiso y los valores que definen a los futuros profesionistas”, expresó Ramírez Fernández durante la entrega.Entre aplausos y felicitaciones, Molina Ledesma recibió su galardón, simbolizando el esfuerzo de toda una generación de estudiantes que día a día trabajan por dejar en alto la profesión contable.
Entre una atmósfera de entusiasmo académico, las instalaciones de la Escuela Superior de Comercio y Administración (ESCA), Unidad Santo Tomás, del Instituto Politécnico Nacional (IPN), se llenaron de energía con la realización del 10° Congreso Universitario de Contadores Públicos, un evento organizado por el Comité de Integración de Contadores Universitarios (CICU) del Colegio, que, fiel a su lema Sumando conocimiento, multiplicando oportunidades, reunió a estudiantes, docentes y profesionales de la contaduría en un intercambio vibrante de ideas, experiencias y proyecciones para el futuro de la profesión.La jornada, realizada el 29 de octubre, inició con la bienvenida de la directora de la ESCA Santo Tomás, Dulce María Monroy Becerril, quien destacó la importancia de que las nuevas generaciones asuman un papel activo en la transformación del ámbito financiero. A su vez, Adolfo Ramírez Fernández Del Castillo, presidente del Colegio, invitó a los asistentes a aprovechar cada ponencia como una oportunidad de crecimiento y reflexión profesional. El telón académico se levantó con la conferencia magistral Auditoría personal: liderazgo que suma, impartida por Thelma Peón Hernández. Con una mezcla de autocrítica y motivación, la ponente recordó que antes de liderar equipos o auditar procesos, es necesario auditarse a uno mismo. Su mensaje de liderazgo consciente marcó el tono del día: crecimiento integral, tanto profesional como humano.De ahí, el congreso continuó con un ritmo dinámico de ponencias que tocaron distintas aristas de la contaduría moderna. Catalina Mejía Balcázar, vicepresidenta de Desarrollo y Capacitación Profesional del Colegio, desmitificó la profesión en El Contador Público: mitos y realidades, invitando a los jóvenes a romper estereotipos y abrazar la innovación.A su vez, Adrián Díaz Rodríguez mostró El lado B de la contratación laboral, donde exploró los matices legales y éticos detrás de los procesos de empleo, mientras que José Javier Zamora Serrano, de EY, llevó a los jóvenes al terreno del futuro con GenAI: trends and next steps for your career, donde comentó que la inteligencia artificial se presentó no como amenaza, sino como aliada estratégica.La innovación tecnológica siguió como hilo conductor con Renato Pasquel Robles y su charla Automatización en la auditoría: ¡Hasta el infinito... y más allá!, que despertó sonrisas y reflexiones sobre la evolución digital del auditor. El tema fiscal también tuvo su momento estelar con Luis Gerardo Castillo López, quien abordó Recaudación 4.0: el nuevo ADN de la vigilancia tributaria, mostrando cómo la tecnología redefine la relación entre contribuyentes y autoridad.A media jornada, el congreso giró hacia una dimensión más humana con la conferencia de Georgette Del Pilar Pavía González, Gestión del tiempo y salud mental, recordando que detrás de los números también hay personas que necesitan equilibrio. De ahí, Alan Jossimar Robles Argüelles ofreció una guía práctica en Formalizar no es un lujo: una ruta para constituir tu primera empresa en México, donde sembró el espíritu emprendedor entre los universitarios. El interés global llegó con José Martín Aguayo Solano y su análisis de Mex-USA: la relación actual entre ambos países, mientras que Carlos Uribe Rodríguez habló sobre el Arte para financieros.En un terreno más técnico, José De la Fuente Molina presentó Informes de atestiguamiento de sustentabilidad bajo ISSA 5000, anticipando el rol clave de la profesión ante los nuevos estándares internacionales. El bloque continuó con Miguel Ángel Ávila Milpa, quien detalló Los principales cambios en las normas internacionales de información financiera, conectando con Roberto Ernesto Juárez Jiménez, quien exploró Tendencias fiscales con la implementación de IA por parte de la autoridad, mostrando cómo la inteligencia artificial transforma la fiscalización.El toque de humor inteligente llegó con El amor como estrategia fiscal, a cargo de Hatzel Misael Gómez Sandoval e Irving David Beltrán Calderón, una charla que combinó empatía, creatividad y planeación tributaria. Posteriormente, Leticia Chávez Gamboa reflexionó sobre Los PIF en la formación del Contador Público: más allá del cargo y del abono, mientras Nedi Rueda Del Valle y Gabriela González Hernández cerraron este bloque con Tu comportamiento al éxito financiero, invitando a los jóvenes a cultivar disciplina y visión.Para cerrar las actividades del congreso se presentó el panel La vida después del CICU, moderado por Miguel Ángel Ávila Milpa, donde exintegrantes CICU —Blanca Iris Fernández Rodríguez, Karla Jaqueline Huerta Vega, Karina González González, Guadalupe Angelina Naranjo González y Carlos Alier Noriega Rosales— compartieron sus experiencias, anécdotas y aprendizajes, demostrando que el paso por el comité deja huellas profesionales y personales imborrables.Finalmente, el vicepresidente de Vinculación Universitaria del Colegio, Héctor Vázquez González, expresó su agradecimiento a las autoridades de la ESCA Santo Tomás por su apoyo constante a la formación contable; así como a los patrocinadores EY, Naxu y ALM y Asociados.
El 29 de octubre, la comisión técnica de Sostenibilidad presentó el curso Impacto económico, factor ambiental y taxonomía sostenible, bajo la coordinación de Jorge Arturo Ramírez López. El espacio de actualización tuvo por objetivo comprender los fundamentos de taxonomía sostenible y sus implicaciones para el medio ambiente y la economía para fortalecer su visión estratégica con una perspectiva que incluya el impacto social y ambiental.Para comenzar, Graciela Enríquez Guadarrama dedicó su ponencia a la Taxonomía Sostenible, una visión de política ambiental que impulsa el desarrollo sustentable. La experta señaló que la creación de políticas ambientales es un factor fundamental para favorecer el cambio práctico e ideológico del país, ya que nos permite identificar riesgos y poner en práctica métodos para mitigarlos. Además, se detalló sobre los antecedentes históricos de estos esfuerzos a nivel mundial con énfasis en la actual Agenda Mundial de Sostenibilidad 2030 que contempla 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y que han servido como una brújula para promover esquemas de trabajo, políticas y instituciones que preserven estos objetivos para garantizar un presente sostenible.Guadarrama comentó la importancia del trabajo colaborativo para la sostenibilidad, e invitó a los asistentes expertos en contaduría a relacionarse con otras disciplinas y expertos para acceder a información especializada que permita entender el impacto de ambiental, social y económico de los procesos que ya se supervisan, como puede ser el registro y revelación de los Indicadores Básicos de Sostenibilidad (IBSO).Por su parte, Ricardo Cristhian Morales Pelagio compartió la relación bidireccional entre la economía y el medio ambiente. Para ello se remontó al crecimiento poblacional de 1950, ocurrido posterior a la Segunda Guerra Mundial. Según describe, este crecimiento llevó sirvió como un factor clave para el desarrollo de industrias como la eléctrica y la automotriz, que elevaron la economía, pero comprometieron el medio ambiente debido a la quema de combustibles fósiles que ambas implican.Este crecimiento poblacional estimuló industrias y aumentó la demanda de recursos del planeta hasta el día de hoy. Por ello, concientizar sobre el riesgo que implica no ser sustentable es tan importante, ya que el crecimiento de este ha sido exponencial desde 1950. El experto señaló tomar acciones no sustentables supone un riesgo operativo, ya que compromete la preservación de una empresa; además, debido a la actual agenda mundial alineada a la sustentabilidad, otras empresas buscarán vincularse con organizaciones que persigan los mismos objetivos.Para finalizar y profundizar en esta ultima relación entre el riesgo y el valor en términos de sostenibilidad, Guillermo Pérez Elizundia reforzó esa idea. Una empresa que innova en procesos optimizados que reducen su impacto ambiental o favorecen su entorno social será más valiosa y atraerá el interés de otras organizaciones y clientes. Por ello, aunque el primer objetivo siempre debería ser la preservación del medio ambiente y el bienestar social, las empresas pueden aprovechar el valor que genera alinearse a objetivos sostenibles mundiales mediante buenas prácticas, revelación de índices clave y promoción de una cultura sustentable tanto interna como externa.