Como parte de las celebraciones por el Día del Contador, la Vicepresidencia de Desarrollo y Capacitación Profesional del Colegio llevó a cabo el 25 de mayo el tradicional Congreso de la Contaduría Pública, donde se abordaron temas referentes al desarrollo sostenible dentro de la profesión contable.
Las palabras de apertura corrieron a cargo de Juan Carlos Bojorges Pérez, presidente del Colegio, quien externó una grata felicitación a todos contadores en su día. Asimismo, comentó que este evento es una forma de celebrar a la profesión contable de manera técnica, pues la actualización tiene que ser constante para no quedar obsoletos en este mundo tan cambiante y continuar la labor de ser asesores de las empresas.
Para dar inicio con las ponencias, Hortencia Lacayo Ojeda, investigadora de la FCA de la UNAM y Jorge Armando Juárez González, coordinador del Doctorado en Ciencias de la Administración de la FCA de la UNAM, fueron los encargados a hablar acerca de la economía circular como una nueva oportunidad de crecimiento y sustentabilidad para las empresas, pues la forma lineal que se ha venido manejado hasta la fecha, ha generado grandes problemas ambientales al no implementar una cultura de reciclaje.
Mencionaron que el modelo circular cumple de manera directa con cinco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) planteados por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 2015, que tienen por objetivo mejorar el planeta en un lapso de 15 años, siendo el 2030 el año final para lograr la meta. Los objetivos restantes trabajan de manera indirecta con la economía circular, pero siempre en beneficio de cumplir todas las estrategias de mejoramiento.
Dentro de las acciones necesarias para la correcta implementación de la economía circular en las empresas, por mencionar algunas, se encuentra el compromiso de la alta dirección para hacer los cambios necesarios con base en un diagnóstico, escuchar a los colaboradores, analizar del contexto de sustentabilidad global y de la industria, así como implementar estrategias de sustentabilidad a través de un equipo multitarea para liderar el proceso.
Continuando con el programa, Yanira Rosalba Petrides Jiménez, directora de la Maestría en Contaduría de Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), habló sobre la ética en la inteligencia artificial y cómo influye el que hacer contable en este tema. Expresó que, el compromiso de ser objetivos y actuar con integridad son parte fundamental de la profesión, pero la capacidad para hacerlo se ve desafiada por los sesgos inconscientes que llegan a nublar el juicio de cada persona y amenazan la capacidad de cumplir con los principios éticos para con el interés público.
Petrides Jiménez destacó que a medida que los modelos de inteligencia artificial se integran más en la toma de decisiones, las empresas deben estar cada vez más atentas al riesgo creado por el sesgo potencial de los algoritmos; y es aquí donde los contadores públicos juegan un papel importante, pues son vistos como pensadores estratégicos, solucionadores de problemas, líderes éticos, comunicadores capacitados y asesores de confianza que aportan su profunda experiencia con su juicio profesional.
Asimismo, indicó que los sesgos de las tecnologías de la información, platean amenazas importantes a la imparcialidad y a la eficiencia en la toma de decisiones, por ello el Consejo de Normas Internacionales de Ética para Contadores (IESBA, por sus siglas en inglés) publicó el pronunciamiento final a la revisión del Código de Ética que entrará en vigor el 31 de diciembre de 2021, donde se destaca el riesgo de los sesgos.
Por otro lado, Sylvia Meljem Enríquez de Rivera, asesora de la comisión de Educación del Colegio y directora del Centro de Vinculación e Investigación Contable del ITAM, profundizó en el tema de la confianza como un activo clave de la profesión. Explicó que, para lograr una confianza en el interés público es necesario asumir responsabilidades en cuanto a su cultura de gobernanza. En este sentido, afirmó que la profesión contable cumple con los requisitos necesarios para lograr la confianza pública, ya que maneja información eficaz, son una fuente de consulta transparente y abierta, además de supervisar y vigilar los procesos en los que intervienen de manera directa.
Subrayó que la contabilidad no podrá ser sustituida por la tecnología a un 100%, ni tampoco es una carrera que vaya en decline o que sea poco atractiva para los jóvenes, puesto que es la única profesión que se encuentra en el centro del desarrollo de los mercados de capitales y es, en cierta forma, un buen sustento de la confianza pública, sin dejar de lado el gran valor ético que manejan ante una era de complejidad y transformación digital.
La cuarta plática del día corrió a cargo de Orlando Garciacano Cárdenas, profesor del ITAM, quien arribó con un análisis de las finanzas sostenibles; señaló que esta nueva forma de abordar las finanzas representa un cambio cultural en el mundo financiero, pues se están adoptando estándares éticos, factores sociales y ambientales en las decisiones de inversión a largo plazo.
La última ponencia fue presentada por Miriam Shalila Curioca Galvez, fundadora del despacho Curioca Gálvez y Asociados, quien versó sobre el tema de la subcontratación laboral, así como los cambios implementados en las leyes que regulan a estos servicios.
Finalmente, Julián Agustín Abad Riera, representante de la vicepresidencia organizadora fue el encargado de clausurar el evento, agradeció la asistencia de los expositores, coordinadores y de los asistentes quienes hicieron posible la realización de este magno evento.
Eventos recientes
Este 26 de mayo, el Colegio fue el escenario de un desayuno conferencia, donde profesores de la Escuela Superior de Comercio y Administración (ESCA), Unidad Santo Tomás, se dieron cita para explorar el impacto de la Inteligencia Artificial (IA) en la educación. Este evento, que reunió a académicos y líderes del sector, fue encabezado por Adolfo Ramírez Fernández del Castillo, presidente del Colegio, y Dulce Monroy Becerril, directora de la ESCA.Como parte del protocolo inicial, el contador Adolfo compartió un mensaje en el que enfatizó la relevancia de la IA en la transformación educativa, en particular desde el punto de vista del profesor. Destacó que "la tecnología no sólo se trata de herramientas, sino de una oportunidad para transformar la enseñanza".El presidente instó a los presentes a adoptar un enfoque proactivo frente a estos avances, señalando que la colaboración entre instituciones es clave para preparar, de manera óptima, a las nuevas generaciones de contadores.Por su parte, la doctora Dulce Monroy Becerril ofreció un mensaje centrado en la misión de la ESCA Santo Tomás y su compromiso con la innovación educativa. Al respecto, Monroy puntualizó que "la Inteligencia Artificial abre un abanico de posibilidades que puede enriquecer la experiencia de aprendizaje, dadas las implicaciones de la profesión". Hizo hincapié en la necesidad de integrar esta tecnología de manera ética y responsable, asegurando que los valores fundamentales de la educación no se vean comprometidos.La directora también agradeció a los presentes por su participación y colaboración, así como a las autoridades del Colegio, afirmando que, gracias al trabajo en conjunto, se puede crear un ecosistema educativo más robusto, donde la tecnología y la pedagogía coexistan de manera armónica.En tanto, el responsable de impartir la conferencia fue el doctor Ignacio José Domínguez Castillo, CEO y socio fundador en DOSA & Associates, quien advirtió que, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés), sólo 20% de las instituciones educativas a nivel mundial cuentan con orientación formal sobre el uso de la IA en la educación.Durante el evento, los catedráticos disfrutaron de un recorrido por las instalaciones del Colegio, donde conocieron más sobre los servicios y beneficios de ser asociados, así como el Museo de la Contaduría Pública y el jardín. Esta actividad permitió a los profesores explorar oportunidades de colaboración y fortalecer vínculos con el Colegio, promoviendo un ambiente de aprendizaje continuo y enriquecedor.El desayuno conferencia no sólo fue un espacio para el aprendizaje y la reflexión, sino también una plataforma para fomentar el diálogo y la cooperación entre instituciones.
La comisión de Contabilidad y Auditoría Gubernamental reunió del 19 al 23 de mayo a expertos de instituciones clave como ASF, FGR, INEGI, INAP y TFJA en la Semana Nacional de Contabilidad Gubernamental 2025. El evento evidenció que la contabilidad pública ha evolucionado más allá del registro técnico, consolidándose como una herramienta esencial para la transparencia, la justicia social y el desarrollo sostenible.Uno de los ejes centrales fue el nuevo enfoque patrimonial en la contabilidad gubernamental, vigente desde el 1 de enero de 2025. Rosa María Cruz Lesbros, integrante de la comisión de Contabilidad y Auditoría Gubernamental, destacó que este cambio responde a la necesidad de conocer la situación financiera del sector público con objetividad y continuidad. Explicó que las nuevas reglas de registro y evaluación sustituyen los métodos anteriores por un modelo más claro y específico que abarca temas como bienes intangibles, pasivos, provisiones y contingencias. Subrayó la importancia del control físico de inventarios y concluyó: “La información debe mostrar lo que es”.El enfoque social y de género también estuvo presente en la agenda. Claudia Sofía Corichi García, titular de Vinculación y Género en la Auditoría Superior de la Federación (ASF), abordó el tema de la brecha salarial como expresión de violencia económica estructural. “Aunque está regulado, aún hay mucho que hacer”, afirmó, proponiendo auditorías de brecha salarial, un Sistema Nacional de Cuidados y el impulso a la participación femenina en carreras STEM, como parte de una estrategia de justicia social y desarrollo económico sostenible.En el panel “La contabilidad como elemento indispensable para la transparencia y rendición de cuentas”, expertos como Diego Carlos Nieto Sánchez, integrante de la comisión de Contabilidad y Auditoría Gubernamental; Martín Pérez García, socio de Auditoria en Mazars Auditores; y José Juan Lazo Sarmiento, integrante de la comisión de Contabilidad y Auditoría Gubernamental, coincidieron en que la Ley General de Contabilidad Gubernamental (LGCG) ha sido clave para armonizar los registros contables entre entes públicos. No obstante, señalaron que subsisten desafíos como la disparidad de criterios entre organismos, la escasez de personal capacitado y la necesidad de avanzar hacia la adopción de normas internacionales. “Con lo que se tiene hoy se está cumpliendo, pero no es totalmente transparente”, advirtió Pérez García.Otro de los temas destacados fue el uso del lenguaje claro en la administración pública. Claudia Margarita Hernández Flores, presidenta del Comité de Participación Ciudadana del Estado de México (CPC), sostuvo que el lenguaje técnico y opaco puede ser una barrera para la ciudadanía e incluso una puerta para la corrupción. Propuso adoptar el enfoque de comunicación clara como herramienta para recuperar la confianza institucional, alineado con compromisos internacionales como el ODS 16.Desde una óptica legal, Mauricio Reyna Rendón, abogado fiscalista, analizó los retos jurídicos de la Ley General de Responsabilidades Administrativas, especialmente las contradicciones normativas y la necesidad de delimitar conceptos clave para evitar sanciones desproporcionadas. Llamó a una interpretación sólida y técnica que fortalezca el Estado de derecho y la lucha anticorrupción.Por su parte, Claudia Laura Mancera Monroy, también integrante de la comisión de Contabilidad y Auditoría Gubernamental, reafirmó el papel del estado de situación financiera como herramienta clave para la fiscalización. Subrayó que su elaboración debe apegarse a los principios contables vigentes, incluir notas explicativas y permitir su consulta en tiempo real para apoyar la toma de decisiones públicas.El impacto de la tecnología fue abordado por Nicolás Domínguez García, asesor de la Fiscalía General de la República, quien señaló que la inteligencia artificial está transformando la contabilidad gubernamental al automatizar procesos y fortalecer el análisis de datos. No obstante, advirtió que su implementación enfrenta barreras como la falta de regulación, infraestructura y capacitación. “La IA no sustituye al contador público, transforma su papel”, afirmó.Por otro lado, Ludivina Leija Rodríguez, vicepresidenta del Sector Gubernamental en el IMCP, ofreció un balance general de la aplicación de la LGCG, resaltando avances importantes en algunas entidades federativas. Sin embargo, alertó sobre las brechas que persisten en los municipios, donde los bajos presupuestos y la carencia de personal técnico afectan el cumplimiento normativo. Llamó a modernizar los sistemas, profesionalizar a los servidores públicos y adoptar tecnologías como big data y minería de datos: “Ya no es un tema opcional, es sustancial para elevar la calidad de la información”.En su turno, Alfredo Cristalinas Kaulitz, académico de la UNAM-FCA, ofreció una lectura desde el nuevo institucionalismo económico para entender los recientes cambios disruptivos en la administración pública federal. Enfatizó que “las instituciones son las reglas del juego y las organizaciones, los jugadores”, por lo que evaluaciones como la desaparición de órganos autónomos, la reforma judicial o la centralización de funciones deben hacerse con “criterio prudencial”, más allá del juicio político. Afirmó que el verdadero reto está en lograr una implementación organizacional eficaz que profesionalice y legitime socialmente dichas reformas, pues “el diseño puede ser magnífico, pero sin ejecución adecuada, el objetivo se diluye”.El vicepresidente del Sector Gubernamental en el IMCP, Cornelio Rico Arvizu, destacó la utilidad del estado de flujo de fondos como herramienta clave para la toma de decisiones financieras en el sector público. Subrayó que, a diferencia del estado de actividades —que refleja lo contable devengado—, el flujo de fondos muestra el dinero realmente disponible, alertando que aún hay entidades que ignoran este reporte obligatorio. “El estado de actividades no es dinero. Mucha gente se quiere gastar los 1,600 cuando ese dinero no existe”, advirtió con claridad.Con una exposición crítica, Rogelio Santillán Buelna, fundador de Embajada Gubernamental, evaluó los 15 años de la Ley General de Contabilidad Gubernamental, afirmando que su enfoque es más de gestión que puramente contable. Señaló un incumplimiento generalizado y prácticas preocupantes como la simulación y la imposición de un quinto estado financiero sin sustento técnico. Llamó al gremio contable a recuperar su papel central: “La transparencia inicia con las cuentas, y las cuentas vienen de la contabilidad”.Elsa Beatriz García Bojorges, presidenta del Consejo Emisor del CINIF, abordó la urgencia de integrar criterios de sostenibilidad en la contabilidad pública. Explicó que ya existen avances normativos a nivel internacional —como el proyecto del International Public Sector Accounting Standards Board (IPSASB) para reportar riesgos climáticos— y nacional, con las nuevas Normas de Información de Sostenibilidad (NIS). Subrayó que “la sostenibilidad es impostergable” y debe considerarse tanto por sus implicaciones éticas como por sus efectos en la percepción financiera de las entidades.Benjamín Reyes Torres, integrante de la comisión de Contabilidad y Auditoría Gubernamental y María de Lourdes Chávez, responsable del departamento de Estrategias de Integridad en el INEGI, reflexionaron sobre los códigos de ética en el sector público, señalando que “actuar con ética no es una opción, es una obligación”. Compartieron la experiencia del INEGI como un ejemplo de institucionalización de la ética, con acciones como un decálogo de conducta, campañas internas y capacitación continua. Chávez puntualizó: “Si tratáramos a todas las personas con respeto, evitaríamos muchas denuncias”.Luis Armando Carranza Camarena y Adrián Cruz Pérez, del INAP, recordaron que la cuenta pública es el documento por excelencia de rendición de cuentas. Aunque cumple su función técnica, señalaron el reto de traducirla a formatos comprensibles para la ciudadanía. “El ciudadano de a pie debe entenderla para ejercer su derecho al control social”, afirmaron.El magistrado en la Sala Regional Noroeste II en el Tribunal Federal de Justicia Administrativa Sonora, Marco Antonio Escobar Cuapio, presentó un criterio jurisprudencial relevante que declara ilegal la exigencia de “integraciones especiales” no previstas por ley. Subrayó que “las cuestiones técnicas contables no pueden imponerse desde lo tributario” y que las facultades de comprobación del SAT deben respetar el principio de legalidad y la especificidad del contexto contable.Finalmente, para cerrar las actividades del evento, en el panel sobre sanciones a servidores públicos, se discutieron casos reales de abuso de funciones, omisiones técnicas y acoso laboral. Javier Vargas Zempoaltecatl, titular en la Contraloría del Estado de México; Alberto Gándara Ruiz Esparza, magistrado del Tribunal de Justicia Administrativa en Estado de México; Graciela Josefina Cámara Guerrero, presidenta de la comisión de Contabilidad y Auditoría Gubernamental; y Gricelda Sánchez Carranza, integrante de la comisión de Contabilidad y Auditoría Gubernamental, coincidieron en la importancia del acompañamiento jurídico, la capacitación y la individualización de sanciones. “La labor preventiva de las contralorías puede evitar sanciones”, afirmó Vargas, mientras que Gándara subrayó que “el dolo y la reincidencia deben ser elementos clave al calificar la gravedad de las faltas”.
Durante el último día de la Semana Nacional de Contabilidad Gubernamental, celebrado el 23 de mayo, se llevó a cabo un panel titulado Importancia de la implementación de la ciberseguridad en los procesos de auditoría, en el que Luis Miguel Martínez Ansúrez, presidente del Instituto Nacional de Administración Pública (INAP), y Adolfo Ramírez Fernández del Castillo, presidente del Colegio, reflexionaron sobre el papel de las tecnologías emergentes en la administración pública, destacando su impacto en la eficiencia, la fiscalización y la necesidad urgente de implementar medidas de ciberseguridad en los procesos de auditoría.En ese sentido, Martínez Ansúrez abrió el panel destacando cómo las nuevas tecnologías como la inteligencia artificial, el big data o la minería de datos han generado una redefinición y cambios de paradigma en torno a fenómenos que exigen repensar el papel del gobierno en una sociedad cambiante. “La administración pública debe ser capaz de adaptar e incorporar los cambios que posibilitan las nuevas herramientas y tecnologías”.En su análisis, Martínez enfatizó que estas tecnologías no deben entenderse únicamente como instrumentos, sino como parte integral de los valores que orientan la acción pública: “Se trata de introducir el deber en el poder… contener el poder que los seres humanos tienen para incidir sobre su medio y sobre sí mismos a partir del establecimiento y respeto de consideraciones de índole ético”.Sobre el impacto en la fiscalización, subrayó que estas herramientas permitirán auditorías más rápidas, precisas y efectivas y que la inteligencia artificial y el aprendizaje automático permitirán una más precisa y detallada lectura de grandes volúmenes de datos, lo que aumentará la transparencia y la confianza en los procesos de auditoría.Por su parte, Ramírez Fernández del Castillo, abordó el tema de los riesgos asociados al avance tecnológico. Comentó que hay un riesgo importante que no podemos dejar de lado: la ciberseguridad. “El incremento de los ciberataques se ha dado en una forma exponencial, por lo que la ciberseguridad debe estar dentro de los tres primeros riesgos que todo director o contralor debe considerar”.Ramírez alertó sobre la brecha entre la preocupación y la preparación ante los riesgos digitales. “Si del 56% están preocupados, solamente el 34% en México están preparados para esto. En el ámbito de la administración pública, la brecha podría ser aún mayor”.Además, destacó la urgencia de una regulación eficaz. “La ley de ciberseguridad de la Ciudad de México es un paso adelante, pero es necesario extender este marco a nivel federal. Las regulaciones deben traducirse en inversiones reales en infraestructura, controles y gobernanza”.En su cierre, remarcó que las tecnologías llegaron para quedarse y los hackers también. Por eso, expresó que pensar en ciberseguridad desde la institución, la empresa y hasta lo personal, es una necesidad urgente. “Y, como suelo decir, detrás de una gran tecnología, hay una gran mujer: la ciberseguridad”.