En un esfuerzo por garantizar la calidad y la transparencia en los servicios contables, la comisión Administradora de Calidad de las Firmas de Contadores Públicos llevó a cabo el 20 de febrero una sesión informativa sobre la Norma de Revisión de Gestión de Calidad: manifestación y cuestionario.
Bajo la coordinación de Rodolfo Carlos Pérez Garrido, expertos explicaron los procedimientos que deben seguir las firmas de contadores para cumplir con los requisitos establecidos, detallando los plazos y procedimientos para la presentación de la manifestación de cumplimiento y el cuestionario de confirmación, dos documentos clave para mantener la confianza en la profesión.
Claudia Balderas Conde, integrante de la comisión mencionada, comenzó su intervención destacando la relación de la Norma de Revisión de Gestión de Calidad (NRGC) con las normas internacionales NIC 1, NIC 2 y NIC 220. Según Balderas, estas regulaciones son esenciales para que las firmas y contadores independientes implementen un sistema adecuado de gestión de calidad. “La Norma de Revisión de Gestión de Calidad busca garantizar que todos los contadores públicos sigan un sistema de calidad robusto, que asegure la confianza en los servicios profesionales que brindamos”, explicó.
Además, Balderas detalló que la implementación de la norma requiere que las firmas presenten una Manifestación de Cumplimiento anual y respondan un cuestionario con base en los ocho componentes clave de la NIC 1, que incluyen liderazgo, ética y recursos humanos. “El cumplimiento con esta norma no es opcional, sino un componente vital para la credibilidad del sector contable”, aseguró.
Por su parte, Ernesto Gerardo Herrera Hurtado, también miembro de la comisión organizadora, expuso el proceso de certificación bajo la NRGC. En su presentación, Herrera señaló que el Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP) emite una constancia de cumplimiento tras la presentación de la Carta de Manifestación y el cuestionario, pero aclaró que esta constancia “no es un certificado de calidad, sino un reconocimiento de que se ha cumplido con los requisitos de la norma”.
Durante su intervención, Herrera destacó la relevancia de la gestión de calidad en trabajos de auditoría y aseguramiento. Mencionó que los encargos como auditorías de estados financieros y revisiones fiscales deben cumplir con los estándares de calidad. Además, recordó que “si una firma audita empresas públicas, como las que tienen subsidiarias en EE.UU., deben tener en cuenta las regulaciones del Public Company Accounting Oversight Board (PCAOB)”, lo que refuerza la necesidad de cumplir con la calidad internacional.
Continuando con el evento, Berenice Colín Ascanio, encargada de la Coordinación de la Norma de Revisión de Control de Calidad en el IMCP, explicó el uso de la plataforma digital para cargar los documentos necesarios para cumplir con la NRGC. “Es fundamental que los usuarios se registren en el sistema utilizando la versión más actualizada de los documentos disponibles en la plataforma”, indicó.
Colín destacó que existen dos modalidades para la presentación de la Manifestación de Cumplimiento: “La modalidad 1 es para quienes realizaron trabajos sujetos a la norma, y la modalidad 2 es para quienes no realizaron estos trabajos el año anterior”, explicó. En ambos casos, los documentos deben cargarse en formato PDF, y los contadores deben asegurarse de que se presenten dentro del plazo límite establecido, el 28 de febrero de cada año.
Además, aclaró que la constancia otorgada por el IMCP no solo es un respaldo ante clientes y autoridades, sino también una forma de demostrar el compromiso de los profesionales con la calidad en la práctica contable y de auditoría.
El evento concluyó con una reflexión común entre los ponentes sobre la importancia de cumplir con la NRGC, ya que con esta norma no solo es una obligación, sino una oportunidad para fortalecer la confianza en la profesión y garantizar la calidad de los servicios
A medida que las firmas y los contadores independientes continúan implementando estos estándares, se subrayó la necesidad de mantener una documentación adecuada y de seguir con la capacitación continua. Las presentaciones reafirmaron que el incumplimiento de la norma podría generar sanciones y la pérdida de certificaciones de calidad, lo que resalta la importancia de participar activamente en el cumplimiento de las regulaciones.
Eventos recientes
El 28 de abril se presentó en el colegio el curso Criterios no vinculativos para efectos del informe fiscal, SIPRED. En el evento, bajo la coordinación de Teresa Cruz Rodríguez, representante de la comisión técnica de Auditoría Fiscal, se presentaron las consideraciones para tener en cuenta sobre los criterios no vinculativos contenidos en distintos cuerpos normativos.Para cubrir el tema, se contó con la valiosa participación de Manuel Corral Moreno y Álvaro Enrique Cordón Álvarez, integrantes de comisión mencionada previamente.Antes de comenzar, los contadores señalaron la importancia de los criterios no vinculativos ya que, aunque no tienen fuerza legal obligatoria, su relevancia permite alinear los tres elementos o perspectivas que convergen durante el informe fiscal: la autoridad fiscal, el contribuyente y el auditor; de esta forma, estos criterios permiten dar cuenta de la forma en que el sujeto pasivo (la autoridad) interpreta una normativa para orientar al sujeto activo (el contribuyente).Además, se comentó que, pese a que el contribuyente no tiene la obligación de considerar estos criterios vinculantes, “el auditor tiene la obligación de revelar las discrepancias entre los criterios de la autoridad fiscal y el contribuyente”, ya que en caso de no hacerlo puede ser copartícipe de un encubrimiento de discrepancias fiscales.Una vez establecido ese precedente, los ponentes detallaron los criterios no vinculativos relacionados con distintos cuerpos normativos, comenzando con el Código Fiscal de la Federación (CFF), la Ley de Impuesto Sobre la Renta (LISR), la Ley de Impuesto al Valor Agregado (LIVA), la LIEPS (Ley de Impuesto Especial sobre Producción y Servicios) y la Ley de Ingresos sobre Hidrocarburos (LISH). Para cada apartado, los expositores comentaron los criterios no vinculativos aplicables a cada conjunto de leyes y ejemplos prácticos que permitieron profundizar en ellos, desde aquellos relacionados con la expedición, timbrado y entrega de CFDI; la base gravable del IEPS en la prestación de servicios de juegos con apuestas y sorteos; la deducción de pagos a sindicatos; los gastos a favor de terceros; entre otros.
En la conferencia universitaria de abril, el tema principal fue los Instrumentos auxiliares de fiscalización del SAT, un evento que contó con la destacada participación de la Escuela Superior de Comercio y Administración (ESCA) Tepepan. David Osorio Cetina, docente de referida institución educativa, tuvo la responsabilidad de explicar en detalle los mecanismos y herramientas que el Servicio de Administración Tributaria (SAT) emplea para respaldar y complementar sus facultades de comprobación. Su ponencia se centró en cómo estos instrumentos ayudan a identificar posibles incumplimientos fiscales por parte de los contribuyentes. El curso, que se ofreció de manera gratuita en un formato híbrido el 24 de abril, fue inaugurado por el vicepresidente de Vinculación Universitaria, Héctor Vázquez González, junto con el profesor de la ESCA Tepepan, Hugo Rodríguez Barbosa. Durante su presentación, Osorio Cetina hizo hincapié en la importante diferencia entre estos instrumentos auxiliares y las facultades de comprobación directas del SAT, como las visitas domiciliarias, revisiones de gabinete y revisiones electrónicas. Subrayó que los instrumentos auxiliares no son actos de fiscalización en sí, sino que ofrecen información y elementos valiosos para que el SAT pueda ejercer sus facultades de manera más eficiente y selectiva. En este contexto, la recomendación más importante es prestar atención a los comunicados emitidos por la autoridad fiscal. Este tema está estrechamente relacionado con el control interno de las empresas, por lo que es esencial mantener un diálogo con las áreas de contabilidad y, si es necesario, con asesores fiscales. Al recibir un comunicado del SAT, es crucial verificar la información que la autoridad presenta. Por ejemplo, si el SAT notifica la omisión de la declaración anual, se debe corroborar de manera interna el estado de dicha obligación. Una de las grandes ventajas en el ámbito de las vigilancias profundas es que el cumplimiento que se realiza después de recibir un comunicado se considera aún como algo espontáneo. Según el artículo 72.° del Código Fiscal de la Federación (CFF), “si se presentan las declaraciones de manera espontánea, se está exento de sanciones por parte de la autoridad”, destacó el también abogado en Derecho. “Así que, aunque llegue una notificación, si se presenta la declaración después, sigue siendo considerada espontánea. Esto es muy diferente a un requerimiento formal por no cumplir con las obligaciones, donde la espontaneidad ya no cuenta”. La oportunidad de corregir la situación fiscal sin tener que enfrentar multas u otras sanciones es un gran beneficio para el contribuyente. Por último, David Osorio destacó la importancia de visitar la página oficial del SAT y la plataforma de gobierno abierto, donde se publican cifras de recaudación que muestran lo valiosos que son estos instrumentos auxiliares y la vigilancia constante en la labor recaudatoria del SAT. "La eficiencia que han demostrado estas herramientas ha asegurado su uso continuo, marcando un avance firme en la estrategia de fiscalización, ya que permiten una recaudación significativa sin necesidad de ejercer facultades de comprobación directas", concluyó.
En el entorno empresarial que al pasar de los años se ha vuelto más dinámico, complejo y digitalizado, la función de auditoría interna está llamada a evolucionar. Así lo expuso Edgar Cruz Cruz, miembro de la comisión SE Auditoría Interna, el pasado 11 de abril durante su presentación en el curso Auditoría Interna Ágil, en la cual compartió un enfoque innovador basado en metodologías ágiles como scrum, lean y kanban, aplicadas con éxito en diversos sectores más allá del desarrollo de software.En el evento, coordinado por Armando Patiño Torres, de comisión mencionada, Cruz Cruz destacó que estas metodologías, lejos de sustituir los métodos tradicionales, los complementan y potencian, permitiendo dividir auditorías extensas en entregables más pequeños y manejables, optimizando tiempos y enfocándose en lo verdaderamente crítico. “Se trata de entregar valor desde etapas tempranas, mantener ciclos de mejora continua y alinear la auditoría con los objetivos estratégicos del negocio”, puntualizó.En su presentación profundizó en la aplicación de scrum dentro de la auditoría interna. Cruz explicó cómo estructurar el trabajo en sprints (ciclos de máximo cuatro semanas), donde se planifican tareas específicas, se realizan reuniones diarias de seguimiento y se entrega un producto final por cada ciclo: desde hallazgos hasta informes completos. En ese sentido, definió los roles del proceso: el product owner, el scrum master y el equipo de auditores, quienes trabajan de manera colaborativa, autónoma y adaptativa.Uno de los ejemplos más ilustrativos fue el caso ficticio de la empresa “El Conejo Feliz”, donde la auditoría al proceso “orden al pago” fue segmentada en sprints semanales, lo que permitió realizar entregas constantes y mantener una alta alineación con las áreas auditadas. Con ello, se demostró que incluso en equipos pequeños, estas metodologías pueden mejorar la trazabilidad, la velocidad de respuesta y la capacidad de adaptación ante cambios o nuevos hallazgos.Durante su intervención, Cruz hizo hincapié en que la adopción de metodologías ágiles requiere una cultura organizacional madura, liderazgo comprometido y equipos capacitados. Identificó como principal obstáculo la resistencia al cambio, y resaltó la importancia de comunicar claramente los beneficios de este enfoque dentro de la organización.También abordó la relevancia de contar con manuales de auditoría actualizados y vivos, ajustados a normas internacionales, pero con flexibilidad para incorporar enfoques ágiles. En ese sentido, se invitó a los asistentes a reflexionar sobre la pertinencia de sus propios marcos de trabajo y la necesidad de incorporar valores y principios ágiles como la colaboración, la adaptación al cambio y la entrega continua de valor.Además de los aspectos técnicos, la charla abordó temas estratégicos. Edgar Cruz subrayó la necesidad de que la auditoría interna esté alineada con la gestión de riesgos empresariales (ERM) y participe activamente en el cumplimiento y desarrollo del negocio. Enfatizó que la oportunidad en la entrega de informes es esencial, pues auditorías que se entregan meses después pueden perder relevancia. “La auditoría debe prevenir, no solo registrar errores del pasado”, afirmó.Finalmente, se compartieron ejemplos de organizaciones que ya están aplicando con éxito estas metodologías en sectores como salud, finanzas, manufactura y tecnología, demostrando que el enfoque ágil es viable en organizaciones de cualquier tamaño, siempre que se adapte a sus necesidades específicas.