El desarrollo sostenible dejó de ser una opción para convertirse en una estrategia para la competitividad empresarial. Así lo destacó Evodio Sánchez, director de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) del Centro Mexicano para la Filantropía (Cemefi), durante la conferencia mensual denominada Desarrollo en las empresas: Cemefi a través del ESR, organizado por el Colegio.
Sánchez presentó los avances, retos y oportunidades que enfrenta el sector empresarial mexicano en materia de Responsabilidad Social Empresarial, así como el papel que juegan los contadores y financieros en este proceso.
Destacó que, el Distintivo ESR (Empresa Socialmente Responsable), que evalúa a cerca de 2,500 empresas en México, se ha consolidado como una herramienta esencial para medir el impacto social, ambiental y de gobernanza de las organizaciones.
El ponente explicó que este distintivo está estructurado en cinco niveles de desarrollo, que van desde la creación de políticas y programas hasta la integración plena de la RSE en el modelo de negocio. Mientras los niveles iniciales se centran en el cumplimiento y formalización de políticas, los más avanzados promueven la innovación, medición de impacto y transparencia.
Comentó que desde 2023, Cemefi ha impulsado una nueva etapa en el proceso de evaluación, incorporando indicadores de impacto real y fomentando la participación de pequeñas y medianas empresas (pymes), con el objetivo de que la sostenibilidad deje de ser exclusiva de los grandes corporativos.
En cuanto al tema del nuevo papel del contador dentro de las organizaciones, Sánchez explicó que, los profesionales financieros ya no solo se ocupan de la rentabilidad, sino que también son estrategas de sostenibilidad y transparencia. “Su participación resulta fundamental para garantizar informes confiables y prevenir prácticas de greenwashing, es decir, aparentar responsabilidad social sin un impacto tangible”, afirmó.
Asimismo, destacó la importancia de incluir indicadores clave como la anticorrupción, la auditoría de estados financieros y la gestión de riesgos ambientales y sociales. “La contabilidad responsable debe reflejar no solo el resultado financiero, sino también el impacto que las empresas generan en su entorno”, puntualizó.
Durante su exposición, Sánchez abordó las tendencias internacionales que están redefiniendo la RSE y las finanzas sostenibles, como la adopción de finanzas verdes, los bonos climáticos y la tecnología aplicada a la medición de riesgos no financieros.
También señaló la relevancia de las normativas internacionales S1 y S2, que exigen reportar los riesgos ambientales y climáticos dentro de los informes financieros. “Hoy los inversionistas buscan transparencia; las empresas que no integren la sostenibilidad en su estrategia corren el riesgo de quedarse fuera del mercado”, advirtió.
Para cerrar, Sánchez hizo un llamado a la acción: promover una cultura empresarial basada en la ética, la transparencia y el compromiso social. Invitó a las organizaciones a utilizar herramientas de diagnóstico, como el análisis FODA y la evaluación de riesgos, para fortalecer sus estrategias de sostenibilidad.
Asimismo, resaltó los programas de capacitación y certificación que ofrece Cemefi, diseñados para acompañar a las empresas en la adopción de prácticas responsables y sostenibles.
“La Responsabilidad Social Empresarial no es solo una obligación moral; es una estrategia que genera estabilidad financiera y fortalece la reputación corporativa”, concluyó Sánchez.
Eventos recientes
Con el objetivo de acercar las nuevas tecnologías al ejercicio profesional, el pasado 17 de octubre se llevó a cabo el curso Inteligencia artificial en los negocios, a cargo de Luis Rafael Méndez De la Vega, integrante de la comisión de Tecnologías Financieras y Emergentes del Colegio. El evento destacó el potencial transformador de la inteligencia artificial (IA) en el ámbito contable y fiscal, así como su creciente relevancia ante la automatización de procesos.En ese sentido, Méndez De la Vega comentó que el SAT ha incrementado en un 147% su recaudación en los últimos cinco años, gracias a la adopción de algoritmos y herramientas de análisis de datos. Ante lo dicho, consideró que los contadores enfrentan el reto de actualizar sus habilidades para mantenerse a la vanguardia y proteger el patrimonio de sus clientes.Durante el curso, el expositor alternó lo teórico con lo práctico y empleó herramientas como ChatGPT, Gemini y Copilot para comprar sus capacidades en tareas como detección de anomalías contables, generación de flujos de caja y análisis de sistemas de inventario. Para ello mostró cómo cada plataforma presenta ventajas particulares en función del contexto, destacando a ChatGPT por su capacidad de razonamiento y estructura.Además, explicó la diferencia entre inteligencia artificial, aprendizaje automático (machine learning) y aprendizaje profundo (deep learning), así como el papel del modelo Transformer, publicado por Google en 2017, en la evolución del procesamiento del lenguaje natural. Esta tecnología es la base de asistentes virtuales como ChatGPT y DALL-E.Adicional a las aplicaciones ya mencionadas, Rafael presentó agentes de IA personalizados, como Fisco, diseñado para generar informes fiscales automatizados, y Conta, especializado en el procesamiento de pólizas contables. Estas soluciones demuestran cómo la IA puede integrarse en tareas cotidianas de los despachos contables, optimizando tiempos y mejorando la precisión.En el curso también se abordó el uso de herramientas de Business Intelligence (BI) como Power BI y Looker Studio, útiles para transformar datos en información visual y estratégica. Para conocerlos mejor, el ponente realizó ejercicios interactivos para subir, transformar y analizar datos en tiempo real, con fines tanto diagnósticos como predictivos.También se realizó la exploración de plataformas de automatización, como Google Sheets con Gemini para generar fórmulas y tablas dinámicas, así como Microsoft Power Automate para gestionar correos electrónicos y archivos adjuntos. Se presentó también Valarix, una IA especializada en la elaboración automática de papeles de trabajo y consultas fiscales, que promete ahorrar horas de trabajo manual.El evento concluyó con una encuesta interactiva y una sesión de preguntas y respuestas, en la que se enfatizó la importancia de la seguridad de los datos, así como la necesidad de dominar la ingeniería de avisos (prompt engineering) para obtener mejores resultados de las herramientas de IA.
Este 17 de octubre, el Colegio fue sede del foro Ética como eje de gobernanza, control interno y prevención de fraude en las organizaciones, espacio de reflexión en el que especialistas abordaron los vínculos entre la ética profesional, la gobernanza y el control interno como mecanismos para fortalecer la integridad en las organizaciones.Durante la introducción, Ulises Neri Flores, vicepresidente del grupo de expertos en Administración Sostenible de Recursos Naturales y Energía de la ONU, explicó que la gobernanza corporativa se define como el conjunto de estructuras, procesos, normas y relaciones mediante los cuales las organizaciones son dirigidas y supervisadas, esto con el propósito de asegurar la creación sostenible de valor y proteger los intereses de accionistas.Asimismo, subrayó que aplicar buenas prácticas de gobernanza incrementa la transparencia, disminuye los riesgos financieros y no financieros, y mejora el acceso al financiamiento. Destacó que implementar los criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ASG) contribuye a reducir riesgos y potenciar los rendimientos, mientras que ignorarlos puede afectar el cumplimiento normativo, la reputación corporativa y la relación con la comunidad.Por su parte, Elodia González Torreblanca, de la comisión de Desarrollo Profesional Continuo, abordó los factores organizacionales que pueden propiciar el fraude, tales como la ambigüedad en políticas, la cultura de silencio, el liderazgo permisivo y la falta de capacitación en ética. Además, aseguró que “la prevención y la responsabilidad individual son elementos esenciales para evitar estas prácticas”.En su participación, Hugo Israel Jiménez profundizó en el Código de Ética Profesional, resaltando que su función principal es sensibilizar a los contadores para ejercer su profesión con honestidad, legitimidad y moralidad, en beneficio de la sociedad. Explicó que las políticas y procedimientos establecidos por la profesión, la legislación y las entidades reguladoras contribuyen a mejorar la actuación ética del contador y permiten identificar amenazas al cumplimiento de los principios fundamentales.A su vez, Claudia Balderas Conde subrayó la relevancia del control interno como herramienta para mitigar riesgos corporativos y de ética. Explicó que la correcta clasificación de riesgos permite identificar impactos financieros, operativos y reputacionales, como pérdidas de productividad, costos de recuperación o multas legales.Finalmente, Eunice Munguía Sereno compartió datos alarmantes sobre el fraude corporativo, señalando que las pérdidas ocasionadas por dueños o ejecutivos son, en promedio, siete veces mayores que las causadas por empleados, y que los fraudes cometidos por múltiples autores tienen un impacto significativamente superior. Subrayó que la falta de integridad y controles adecuados puede tener consecuencias devastadoras, no solo para las empresas, sino también para sus grupos de interés y el mercado en general.
En el marco de las actividades por los 180 años de excelencia académica de la Escuela Superior de Comercio y Administración (ESCA) Santo Tomás, se llevó a cabo la conferencia Talento ESCA, trayectorias que inspiran, un foro organizado por el Colegio y la universidad con el propósito de acercar a los estudiantes a experiencias reales de éxito profesional en el ámbito de la contaduría pública.El encuentro, realizado el pasado 16 de octubre, reunió a destacados egresados de la ESCA, quienes hoy ocupan posiciones de liderazgo en reconocidas organizaciones; tal fue el caso de Gabriela López Juárez, vicepresidenta global en Grupo Bimbo; Gerardo Cerda Rodríguez, director de Recuperación en SECORSE; y Claudia Yolanda Torres Trejo, directora en EY. En su participación, compartieron con la comunidad estudiantil cómo su formación contable fue determinante para construir una trayectoria sólida.Durante el foro, coordinado por el contador Jorge Alvarado Cordero, los panelistas respondieron a preguntas que invitaron a la reflexión; asimismo, abordaron temas como los recuerdos que definieron su paso por la escuela, el apoyo familiar en sus primeros pasos laborales, las habilidades necesarias para interactuar con directivos y líderes de alto nivel, así como los retos y estrategias para mantener un equilibrio entre la vida personal y el trabajo.A lo largo de la conversación, los panelistas coincidieron en que la disciplina, la ética y, sobre todo, la capacidad de adaptación son valores esenciales que distinguen a los contadores públicos. Destacaron que, en un entorno donde la tecnología y la Inteligencia Artificial (IA) están transformando los procesos financieros y contables, el papel del profesional debe evolucionar hacia un perfil más analítico, estratégico y con habilidades de comunicación efectiva.El público, integrado por catedráticos y estudiantes de distintos semestres, participó con preguntas que evidenciaron su interés por conocer las realidades del ejercicio profesional, resultando en un ambiente de cercanía y motivación, donde los asistentes no solo escucharon historias inspiradoras, sino que también encontraron orientación sobre cómo enfrentar los retos de su futuro laboral.El evento contó también con la presencia de Catalina Mejía Balcázar, vicepresidenta de Desarrollo y Capacitación; Juan Manuel Puebla Domínguez, expresidente del Colegio; y por parte de la ESCA, Elizabeth Hurtado Díaz, jefa del Departamento de Formación Profesional; y Elizabeth Aguilar Hernández, subdirectora Académica Interina.