En el marco del Día del Contador, la comisión de desarrollo de Auditoría del Colegio de Contadores Públicos de México participó el 13 de mayo en la ESCA Santo Tomás del IPN con la ponencia Desarrollo profesional del contador público por medio de la auditoría.
Las disertaciones estuvieron a cargo de los contadores Ambrosio Amaro González, Aurelio Salas Márquez, César Ernesto Rodríguez Prieto y Edgar Uriel Pineda Sáez, integrantes de la citada comisión; así como la participación especial del contador José Luis Deloya Coyotecatl, jefe del departamento de Formación Profesional en Contaduría Pública de la ESCA Santo Tomás.
En su intervención, Ambrosio Amaro habló de la importancia de la actuación del contador público en el área de auditoría, despertando el interés de los alumnos en los diferentes campos como auditoría interna, de estados financieros; auditoría forense; auditoría de control de calidad, así como el papel de la auditoría en el sector público.
En ese tenor, el contador Amaro exhortó a los jóvenes universitarios a conducirse con los principios éticos fundamentales de integridad, objetividad, cuidado y diligencia profesional, independencia y principios basados con normas de ISO, con un enfoque basado en la evidencia y presentación justa.
En esa línea expositiva, Aurelio Salas Márquez, vocero de la comisión de Auditoría en el Colegio y también catedrático de la Esca Santo Tomás, mencionó que el objetivo de la ponencia era despertar la inquietud y el interés por la práctica forense en materia contable y de auditoría para estar preparados y enfrentar los problemas y acontecimientos que demanda la sociedad, y la Ley Federal de Prevención e Identificación de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita (LFPIORPI), que limite y reduzca los actos ilícitos.
“Cuando en la ejecución de labores de auditoría financiera, gestión informática, tributaria, ambiental, gubernamental y se detecten fraudes financieros significativos, y se deba profundizar sobre ellos, se está incursionando en la denominada auditoría forense, y que dentro de los trabajos que puede llevar a cabo se encuentran: 1) la cuantificación de daños por la pérdida de utilidades; 2) simulación de pérdida de ingresos; 3) sobre costos derivados de responsabilidad de administradores; 4) prácticas y planeaciones fiscales indebidas; 5) daños patrimoniales por acciones de fijación de precios Dumping; 6) competencia desleal y acciones ante competencia; 7) quiebras fraudulentas; 8) fusiones y adquisiciones; 9) sucesión testamentaria; 10) pensiones alimenticias; 11) bases especiales de tributación; 12) adquisición de negocios; 13) arbitramiento y 14) proyecciones de y cuantificación de perjuicios contractuales”.
Por último, Aurelio Salas cerró su intervención al referir que hoy en día la profesión contable enfrenta nuevos retos (fraude, corrupción el lavado de dinero, terrorismo asociado al narcotráfico) por lo que requiere que el profesional de la contaduría sea especialista y minucioso en el trabajo, por ello, la auditoría forense se presenta como un reto y una opción válida en el campo de actuación del contador público.
“La contabilidad forense continúa creciendo. Los escándalos financieros, los fraudes y fallas de negocio están demandando la contratación de contadores en la práctica forense; aunado a esto, es importante que se regule y certifique esta actividad en México por un organismo colegiado, que incluya un periodo de capacitación en la materia”.
La tercera participación estuvo a cargo de César Ernesto Rodríguez, quien centró su tema en la Norma de Gestión de Calidad aplicable a las firmas de contadores públicos que desempeñan auditorías y revisiones de información financiera, trabajos para atestiguar y otros servicios relacionados, en el que destacó que el objetivo de conformar un sistema de gestión de calidad es que proporcione una seguridad razonable de que “la firma y su personal cumplen con las normas profesionales y los requisitos regulatorios y legales, y que los informes emitidos por los socios responsables de los trabajos son apropiados en las circunstancias”.
Asimismo, agregó que dentro de los beneficios que ofrece el sistema de gestión del control de calidad son la estandarización del trabajo, entregar valor por dinero, satisfacción del cliente, mejora continua, permanencia de la firma, confianza de la sociedad y en la contaduría pública.
Edgar Uriel Pineda Sáez, cuarto expositor de la tarde, participó con el tema Las nuevas tecnologías en la fiscalización, quien tomó como referencia el Plan Maestro 2024.
“La finalidad de este plan es mantener la recaudación, la cual alcanzó 4 billones 517 mil 730 millones de pesos en 2023, el cual tuvo como eje la aplicación de la Inteligencia Artificial (IA) para mejorar los procesos de fiscalización, esto mediante la implementación de modelos de analítica de grafos y machine learning (aprendizaje automático) que permitirá clasificar a los contribuyentes de riesgo, identificar redes complejas de elusión y evasión fiscal, detectar inconsistencias en los Comprobantes Fiscales Digitales por Internet (CFDI)”.
De igual manera Edgar Uriel Pineda agregó que esta tecnología se enfocará en los siguientes sectores: automotriz, bebidas alcohólicas y cigarros, construcción, farmacéutico, hidrocarburos, logística, plataformas tecnológicas, servicios inmobiliarios, seguros y servicios financieros y transporte.
Por último, el contador Pineda Sáez emitió algunas recomendaciones que hay que realizar para no caer en irregularidades como la orientación al contribuyente al emitir los CFDI como lo dispone la regulación fiscal; innovar en tecnología, incluso en la nube, software de manejo de XML, ERP (Enterprise Resource Planning), facturación etc., pero sobre todo tener una capacitación de desarrollo profesional continuo.
El evento cerró con la intervención de José Luis Deloya Coyotecatl, quien agradeció el vínculo que se tiene con el Colegio y por la destacada participación de los comisionados de Auditoría.
“El objetivo de llevar a cabo estas conferencias es el de despertar el interés y la inquietud de los jóvenes por tener un desarrollo profesional basado en la ciencia y tecnología con un alto sentido de responsabilidad basado en la confianza y la ética”, concluyó.
Eventos recientes
El 28 de abril se presentó en el colegio el curso Criterios no vinculativos para efectos del informe fiscal, SIPRED. En el evento, bajo la coordinación de Teresa Cruz Rodríguez, representante de la comisión técnica de Auditoría Fiscal, se presentaron las consideraciones para tener en cuenta sobre los criterios no vinculativos contenidos en distintos cuerpos normativos.Para cubrir el tema, se contó con la valiosa participación de Manuel Corral Moreno y Álvaro Enrique Cordón Álvarez, integrantes de comisión mencionada previamente.Antes de comenzar, los contadores señalaron la importancia de los criterios no vinculativos ya que, aunque no tienen fuerza legal obligatoria, su relevancia permite alinear los tres elementos o perspectivas que convergen durante el informe fiscal: la autoridad fiscal, el contribuyente y el auditor; de esta forma, estos criterios permiten dar cuenta de la forma en que el sujeto pasivo (la autoridad) interpreta una normativa para orientar al sujeto activo (el contribuyente).Además, se comentó que, pese a que el contribuyente no tiene la obligación de considerar estos criterios vinculantes, “el auditor tiene la obligación de revelar las discrepancias entre los criterios de la autoridad fiscal y el contribuyente”, ya que en caso de no hacerlo puede ser copartícipe de un encubrimiento de discrepancias fiscales.Una vez establecido ese precedente, los ponentes detallaron los criterios no vinculativos relacionados con distintos cuerpos normativos, comenzando con el Código Fiscal de la Federación (CFF), la Ley de Impuesto Sobre la Renta (LISR), la Ley de Impuesto al Valor Agregado (LIVA), la LIEPS (Ley de Impuesto Especial sobre Producción y Servicios) y la Ley de Ingresos sobre Hidrocarburos (LISH). Para cada apartado, los expositores comentaron los criterios no vinculativos aplicables a cada conjunto de leyes y ejemplos prácticos que permitieron profundizar en ellos, desde aquellos relacionados con la expedición, timbrado y entrega de CFDI; la base gravable del IEPS en la prestación de servicios de juegos con apuestas y sorteos; la deducción de pagos a sindicatos; los gastos a favor de terceros; entre otros.
En la conferencia universitaria de abril, el tema principal fue los Instrumentos auxiliares de fiscalización del SAT, un evento que contó con la destacada participación de la Escuela Superior de Comercio y Administración (ESCA) Tepepan. David Osorio Cetina, docente de referida institución educativa, tuvo la responsabilidad de explicar en detalle los mecanismos y herramientas que el Servicio de Administración Tributaria (SAT) emplea para respaldar y complementar sus facultades de comprobación. Su ponencia se centró en cómo estos instrumentos ayudan a identificar posibles incumplimientos fiscales por parte de los contribuyentes. El curso, que se ofreció de manera gratuita en un formato híbrido el 24 de abril, fue inaugurado por el vicepresidente de Vinculación Universitaria, Héctor Vázquez González, junto con el profesor de la ESCA Tepepan, Hugo Rodríguez Barbosa. Durante su presentación, Osorio Cetina hizo hincapié en la importante diferencia entre estos instrumentos auxiliares y las facultades de comprobación directas del SAT, como las visitas domiciliarias, revisiones de gabinete y revisiones electrónicas. Subrayó que los instrumentos auxiliares no son actos de fiscalización en sí, sino que ofrecen información y elementos valiosos para que el SAT pueda ejercer sus facultades de manera más eficiente y selectiva. En este contexto, la recomendación más importante es prestar atención a los comunicados emitidos por la autoridad fiscal. Este tema está estrechamente relacionado con el control interno de las empresas, por lo que es esencial mantener un diálogo con las áreas de contabilidad y, si es necesario, con asesores fiscales. Al recibir un comunicado del SAT, es crucial verificar la información que la autoridad presenta. Por ejemplo, si el SAT notifica la omisión de la declaración anual, se debe corroborar de manera interna el estado de dicha obligación. Una de las grandes ventajas en el ámbito de las vigilancias profundas es que el cumplimiento que se realiza después de recibir un comunicado se considera aún como algo espontáneo. Según el artículo 72.° del Código Fiscal de la Federación (CFF), “si se presentan las declaraciones de manera espontánea, se está exento de sanciones por parte de la autoridad”, destacó el también abogado en Derecho. “Así que, aunque llegue una notificación, si se presenta la declaración después, sigue siendo considerada espontánea. Esto es muy diferente a un requerimiento formal por no cumplir con las obligaciones, donde la espontaneidad ya no cuenta”. La oportunidad de corregir la situación fiscal sin tener que enfrentar multas u otras sanciones es un gran beneficio para el contribuyente. Por último, David Osorio destacó la importancia de visitar la página oficial del SAT y la plataforma de gobierno abierto, donde se publican cifras de recaudación que muestran lo valiosos que son estos instrumentos auxiliares y la vigilancia constante en la labor recaudatoria del SAT. "La eficiencia que han demostrado estas herramientas ha asegurado su uso continuo, marcando un avance firme en la estrategia de fiscalización, ya que permiten una recaudación significativa sin necesidad de ejercer facultades de comprobación directas", concluyó.
En el entorno empresarial que al pasar de los años se ha vuelto más dinámico, complejo y digitalizado, la función de auditoría interna está llamada a evolucionar. Así lo expuso Edgar Cruz Cruz, miembro de la comisión SE Auditoría Interna, el pasado 11 de abril durante su presentación en el curso Auditoría Interna Ágil, en la cual compartió un enfoque innovador basado en metodologías ágiles como scrum, lean y kanban, aplicadas con éxito en diversos sectores más allá del desarrollo de software.En el evento, coordinado por Armando Patiño Torres, de comisión mencionada, Cruz Cruz destacó que estas metodologías, lejos de sustituir los métodos tradicionales, los complementan y potencian, permitiendo dividir auditorías extensas en entregables más pequeños y manejables, optimizando tiempos y enfocándose en lo verdaderamente crítico. “Se trata de entregar valor desde etapas tempranas, mantener ciclos de mejora continua y alinear la auditoría con los objetivos estratégicos del negocio”, puntualizó.En su presentación profundizó en la aplicación de scrum dentro de la auditoría interna. Cruz explicó cómo estructurar el trabajo en sprints (ciclos de máximo cuatro semanas), donde se planifican tareas específicas, se realizan reuniones diarias de seguimiento y se entrega un producto final por cada ciclo: desde hallazgos hasta informes completos. En ese sentido, definió los roles del proceso: el product owner, el scrum master y el equipo de auditores, quienes trabajan de manera colaborativa, autónoma y adaptativa.Uno de los ejemplos más ilustrativos fue el caso ficticio de la empresa “El Conejo Feliz”, donde la auditoría al proceso “orden al pago” fue segmentada en sprints semanales, lo que permitió realizar entregas constantes y mantener una alta alineación con las áreas auditadas. Con ello, se demostró que incluso en equipos pequeños, estas metodologías pueden mejorar la trazabilidad, la velocidad de respuesta y la capacidad de adaptación ante cambios o nuevos hallazgos.Durante su intervención, Cruz hizo hincapié en que la adopción de metodologías ágiles requiere una cultura organizacional madura, liderazgo comprometido y equipos capacitados. Identificó como principal obstáculo la resistencia al cambio, y resaltó la importancia de comunicar claramente los beneficios de este enfoque dentro de la organización.También abordó la relevancia de contar con manuales de auditoría actualizados y vivos, ajustados a normas internacionales, pero con flexibilidad para incorporar enfoques ágiles. En ese sentido, se invitó a los asistentes a reflexionar sobre la pertinencia de sus propios marcos de trabajo y la necesidad de incorporar valores y principios ágiles como la colaboración, la adaptación al cambio y la entrega continua de valor.Además de los aspectos técnicos, la charla abordó temas estratégicos. Edgar Cruz subrayó la necesidad de que la auditoría interna esté alineada con la gestión de riesgos empresariales (ERM) y participe activamente en el cumplimiento y desarrollo del negocio. Enfatizó que la oportunidad en la entrega de informes es esencial, pues auditorías que se entregan meses después pueden perder relevancia. “La auditoría debe prevenir, no solo registrar errores del pasado”, afirmó.Finalmente, se compartieron ejemplos de organizaciones que ya están aplicando con éxito estas metodologías en sectores como salud, finanzas, manufactura y tecnología, demostrando que el enfoque ágil es viable en organizaciones de cualquier tamaño, siempre que se adapte a sus necesidades específicas.