La comisión de Auditoría Fiscal del Colegio presentó el 27 de febrero el curso Consideraciones importantes para la presentación de la ISSIF, en el que se abordaron aspectos clave sobre la declaración Informativa sobre la Situación Fiscal (ISSIF). Durante la sesión, los expertos Rafael Mendoza Aguilar, Eduardo Acuña Bañuelos y Antonio Salviejo Ávila destacaron la relevancia de cumplir con esta obligación fiscal, especialmente para las empresas con ingresos superiores a los 1,000 millones de pesos o aquellas que operan a nivel internacional.
Entrando ene tema, comentaron que la ISSIF es una declaración obligatoria para ciertos contribuyentes, especialmente para aquellos con ingresos superiores a un umbral establecido, o para quienes realizan operaciones internacionales. Mendoza Aguilar explicó que "esta obligación es crucial, no solo para garantizar el cumplimiento fiscal, sino también para evitar complicaciones con las autoridades tributarias". En particular, los contribuyentes con ingresos superiores a los 1,000 millones de pesos o aquellos que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) deben presentar esta declaración.
Los expositores profundizaron en la evolución histórica de esta obligación fiscal, mencionando que "desde su origen en 1959, el dictamen fiscal ha sido fundamental para las auditorías fiscales y los contadores públicos desempeñan un rol esencial en la revisión de los contribuyentes".
Una de las discusiones relevantes de la jornada fue el impacto de las reformas fiscales recientes, que incluyen la integración de los tratados internacionales para evitar la doble tributación y la aplicación de los precios de transferencia en las operaciones con partes relacionadas. Salviejo Ávila comentó: "Es fundamental comprender las implicaciones de estos acuerdos, sobre todo en las transacciones internacionales, para no incurrir en errores que puedan generar sanciones".
Además, se aclaró que las empresas deben reportar incluso operaciones aparentemente menores, como préstamos internacionales o compras a plataformas extranjeras. Acuña Bañuelos subrayó que "aunque estas operaciones no siempre afecten los resultados fiscales de inmediato, la ley exige su inclusión en la ISSIF".
Otro aspecto discutido fue la obligación de presentar la ISSIF en función de los ingresos y la naturaleza de las operaciones. Según Mendoza Aguilar, "la declaración debe ser presentada por aquellos contribuyentes que superen los 1,000 millones de pesos o aquellos que tengan operaciones internacionales. Es importante tener claridad sobre cuándo estamos obligados a declarar".
Salviejo Ávila hizo hincapié en que "el cumplimiento de estas obligaciones es vital para evitar problemas con las autoridades fiscales, quienes pueden iniciar revisiones si se detectan inconsistencias o faltantes en la información reportada".
Aparte de las normativas fiscales, se cometaron las herramientas tecnológicas involucradas en la presentación de la ISSIF. Los expositores señalaron los recientes cambios en la plataforma del SAT, los cuales han simplificado algunos aspectos del proceso, pero también han presentado ciertos retos. Mendoza Aguilar mencionó que "aunque la plataforma ha mejorado, es crucial tener la firma digital actualizada y realizar un respaldo adecuado del archivo antes de enviarlo".
Salviejo Ávila agregó que "el sistema proporciona catálogos específicos, como claves de entidades federativas y actividades fiscales, pero la clave está en asegurarse de llenar correctamente todos los campos y evitar errores que puedan llevar a sanciones".
Otro punto relevante fue el estudio de precios de transferencia, especialmente para aquellas empresas que superan los umbrales establecidos, como los 13 millones de pesos en ingresos acumulables. Según Acuña Bañuelos, "la obligación de presentar este estudio es esencial para cumplir con la normativa fiscal. Las empresas deben identificar y documentar las operaciones con partes relacionadas para evitar posibles sanciones".
Los expositores también hablaron de la importancia de contar con la documentación adecuada, especialmente en casos de servicios intangibles. "La autoridad fiscal podría cuestionar la razón de negocio de las operaciones si no se presenta evidencia suficiente", advirtió Mendoza Aguilar.
Finalmente, se dejó claro que el cumplimiento de las obligaciones fiscales no solo es importante para evitar sanciones, sino también para mantener la transparencia en las operaciones fiscales. Los expositores coincidieron en que es esencial contar con personal capacitado en auditoría fiscal y utilizar herramientas tecnológicas para facilitar el proceso de llenado de los formularios.
Salviejo Ávila concluyó: "La correcta presentación de la ISSIF no solo es una obligación, sino una oportunidad para las empresas de demostrar su compromiso con la legalidad fiscal y evitar complicaciones futuras".
Eventos recientes
El 28 de abril se presentó en el colegio el curso Criterios no vinculativos para efectos del informe fiscal, SIPRED. En el evento, bajo la coordinación de Teresa Cruz Rodríguez, representante de la comisión técnica de Auditoría Fiscal, se presentaron las consideraciones para tener en cuenta sobre los criterios no vinculativos contenidos en distintos cuerpos normativos.Para cubrir el tema, se contó con la valiosa participación de Manuel Corral Moreno y Álvaro Enrique Cordón Álvarez, integrantes de comisión mencionada previamente.Antes de comenzar, los contadores señalaron la importancia de los criterios no vinculativos ya que, aunque no tienen fuerza legal obligatoria, su relevancia permite alinear los tres elementos o perspectivas que convergen durante el informe fiscal: la autoridad fiscal, el contribuyente y el auditor; de esta forma, estos criterios permiten dar cuenta de la forma en que el sujeto pasivo (la autoridad) interpreta una normativa para orientar al sujeto activo (el contribuyente).Además, se comentó que, pese a que el contribuyente no tiene la obligación de considerar estos criterios vinculantes, “el auditor tiene la obligación de revelar las discrepancias entre los criterios de la autoridad fiscal y el contribuyente”, ya que en caso de no hacerlo puede ser copartícipe de un encubrimiento de discrepancias fiscales.Una vez establecido ese precedente, los ponentes detallaron los criterios no vinculativos relacionados con distintos cuerpos normativos, comenzando con el Código Fiscal de la Federación (CFF), la Ley de Impuesto Sobre la Renta (LISR), la Ley de Impuesto al Valor Agregado (LIVA), la LIEPS (Ley de Impuesto Especial sobre Producción y Servicios) y la Ley de Ingresos sobre Hidrocarburos (LISH). Para cada apartado, los expositores comentaron los criterios no vinculativos aplicables a cada conjunto de leyes y ejemplos prácticos que permitieron profundizar en ellos, desde aquellos relacionados con la expedición, timbrado y entrega de CFDI; la base gravable del IEPS en la prestación de servicios de juegos con apuestas y sorteos; la deducción de pagos a sindicatos; los gastos a favor de terceros; entre otros.
En la conferencia universitaria de abril, el tema principal fue los Instrumentos auxiliares de fiscalización del SAT, un evento que contó con la destacada participación de la Escuela Superior de Comercio y Administración (ESCA) Tepepan. David Osorio Cetina, docente de referida institución educativa, tuvo la responsabilidad de explicar en detalle los mecanismos y herramientas que el Servicio de Administración Tributaria (SAT) emplea para respaldar y complementar sus facultades de comprobación. Su ponencia se centró en cómo estos instrumentos ayudan a identificar posibles incumplimientos fiscales por parte de los contribuyentes. El curso, que se ofreció de manera gratuita en un formato híbrido el 24 de abril, fue inaugurado por el vicepresidente de Vinculación Universitaria, Héctor Vázquez González, junto con el profesor de la ESCA Tepepan, Hugo Rodríguez Barbosa. Durante su presentación, Osorio Cetina hizo hincapié en la importante diferencia entre estos instrumentos auxiliares y las facultades de comprobación directas del SAT, como las visitas domiciliarias, revisiones de gabinete y revisiones electrónicas. Subrayó que los instrumentos auxiliares no son actos de fiscalización en sí, sino que ofrecen información y elementos valiosos para que el SAT pueda ejercer sus facultades de manera más eficiente y selectiva. En este contexto, la recomendación más importante es prestar atención a los comunicados emitidos por la autoridad fiscal. Este tema está estrechamente relacionado con el control interno de las empresas, por lo que es esencial mantener un diálogo con las áreas de contabilidad y, si es necesario, con asesores fiscales. Al recibir un comunicado del SAT, es crucial verificar la información que la autoridad presenta. Por ejemplo, si el SAT notifica la omisión de la declaración anual, se debe corroborar de manera interna el estado de dicha obligación. Una de las grandes ventajas en el ámbito de las vigilancias profundas es que el cumplimiento que se realiza después de recibir un comunicado se considera aún como algo espontáneo. Según el artículo 72.° del Código Fiscal de la Federación (CFF), “si se presentan las declaraciones de manera espontánea, se está exento de sanciones por parte de la autoridad”, destacó el también abogado en Derecho. “Así que, aunque llegue una notificación, si se presenta la declaración después, sigue siendo considerada espontánea. Esto es muy diferente a un requerimiento formal por no cumplir con las obligaciones, donde la espontaneidad ya no cuenta”. La oportunidad de corregir la situación fiscal sin tener que enfrentar multas u otras sanciones es un gran beneficio para el contribuyente. Por último, David Osorio destacó la importancia de visitar la página oficial del SAT y la plataforma de gobierno abierto, donde se publican cifras de recaudación que muestran lo valiosos que son estos instrumentos auxiliares y la vigilancia constante en la labor recaudatoria del SAT. "La eficiencia que han demostrado estas herramientas ha asegurado su uso continuo, marcando un avance firme en la estrategia de fiscalización, ya que permiten una recaudación significativa sin necesidad de ejercer facultades de comprobación directas", concluyó.
En el entorno empresarial que al pasar de los años se ha vuelto más dinámico, complejo y digitalizado, la función de auditoría interna está llamada a evolucionar. Así lo expuso Edgar Cruz Cruz, miembro de la comisión SE Auditoría Interna, el pasado 11 de abril durante su presentación en el curso Auditoría Interna Ágil, en la cual compartió un enfoque innovador basado en metodologías ágiles como scrum, lean y kanban, aplicadas con éxito en diversos sectores más allá del desarrollo de software.En el evento, coordinado por Armando Patiño Torres, de comisión mencionada, Cruz Cruz destacó que estas metodologías, lejos de sustituir los métodos tradicionales, los complementan y potencian, permitiendo dividir auditorías extensas en entregables más pequeños y manejables, optimizando tiempos y enfocándose en lo verdaderamente crítico. “Se trata de entregar valor desde etapas tempranas, mantener ciclos de mejora continua y alinear la auditoría con los objetivos estratégicos del negocio”, puntualizó.En su presentación profundizó en la aplicación de scrum dentro de la auditoría interna. Cruz explicó cómo estructurar el trabajo en sprints (ciclos de máximo cuatro semanas), donde se planifican tareas específicas, se realizan reuniones diarias de seguimiento y se entrega un producto final por cada ciclo: desde hallazgos hasta informes completos. En ese sentido, definió los roles del proceso: el product owner, el scrum master y el equipo de auditores, quienes trabajan de manera colaborativa, autónoma y adaptativa.Uno de los ejemplos más ilustrativos fue el caso ficticio de la empresa “El Conejo Feliz”, donde la auditoría al proceso “orden al pago” fue segmentada en sprints semanales, lo que permitió realizar entregas constantes y mantener una alta alineación con las áreas auditadas. Con ello, se demostró que incluso en equipos pequeños, estas metodologías pueden mejorar la trazabilidad, la velocidad de respuesta y la capacidad de adaptación ante cambios o nuevos hallazgos.Durante su intervención, Cruz hizo hincapié en que la adopción de metodologías ágiles requiere una cultura organizacional madura, liderazgo comprometido y equipos capacitados. Identificó como principal obstáculo la resistencia al cambio, y resaltó la importancia de comunicar claramente los beneficios de este enfoque dentro de la organización.También abordó la relevancia de contar con manuales de auditoría actualizados y vivos, ajustados a normas internacionales, pero con flexibilidad para incorporar enfoques ágiles. En ese sentido, se invitó a los asistentes a reflexionar sobre la pertinencia de sus propios marcos de trabajo y la necesidad de incorporar valores y principios ágiles como la colaboración, la adaptación al cambio y la entrega continua de valor.Además de los aspectos técnicos, la charla abordó temas estratégicos. Edgar Cruz subrayó la necesidad de que la auditoría interna esté alineada con la gestión de riesgos empresariales (ERM) y participe activamente en el cumplimiento y desarrollo del negocio. Enfatizó que la oportunidad en la entrega de informes es esencial, pues auditorías que se entregan meses después pueden perder relevancia. “La auditoría debe prevenir, no solo registrar errores del pasado”, afirmó.Finalmente, se compartieron ejemplos de organizaciones que ya están aplicando con éxito estas metodologías en sectores como salud, finanzas, manufactura y tecnología, demostrando que el enfoque ágil es viable en organizaciones de cualquier tamaño, siempre que se adapte a sus necesidades específicas.